El pasado jueves 5 de Marzo tuvo lugar un acto convocado por el PCA de Corvera en La Casa de Cultura "Tomás y Valiente", para tratar las consecuencias de la crisis desde una perspectiva de género. En la mesa se encontraban el Responsable Regional de Movimiento Obrero del PCA, J. Francisco Cañete, la camarada Ana Andrés Ablanedo, del comité Local del PCA de Corvera y la camarada Susana Moral, de la dirección del PCA.
Ana denunció que de cada 100 personas pobres en el mundo, 70 son mujeres, y defendió que el próximo 8 de Marzo reivindicaremos la abolición de las diferencias salariales varón/mujer y la igualdad real en el acceso al mundo del trabajo.
La manifestación e este año se centra la despenalización del aborto. Los comunistas defendemos que la maternidad ha de ser una opción consciente y en libertad de todas y cada una de las mujeres, que necesita de una política educativa dirigida a establecer una educación en salud reproductiva basada en la imprescindible autonomía sexual de las mujeres, y unos servicios sociales públicos que permitan compaginar la vida laboral con la maternidad.
Cañete intervino explicando la visión del Partido sobre la actual crisis capitalista y planteó las propuestas comunistas para que esta crisis no sirva a la patronal para continuar recortando aún más los derechos de la clase trabajadora.
Susana dio unas pinceladas de la realidad que sufren las mujeres a la hora de afrontar la actual crisis capitalista:
*
Si ya existían puestos de trabajo de difícil ocupación para mujeres antes de la crisis, ahora el acceso de las mujeres a dichos puestos se verá aun más perjudicado.
*
En Asturias, de los 78.558 parados registrados por el INEM, 33.000 son hombres y 37.000 son mujeres.
*
La crisis afecta sobretodo, tras la construcción, al sector servicios y éste está completamente feminizado, lo cuál puede hacernos una idea de las consecuencias negativas que tendrá la crisis para las mujeres de este país.
*
La mayoría de mujeres tienen un contrato temporal o a tiempo parcial. La contratación indefinida es casi una anécdota entre la mujer trabajadora. Esta realidad y nuestra legislación social dificultan en mucha medida que la mujer pueda acceder a una pensión retributiva digna tras su jubilación.
El carácter machista del capitalismo actual se observa en que sólo el 25% de los empresarios de este país son mujeres. Queda claro que la burguesía no está por la labor de romper con la discriminación de las mujeres, ya que puede obtener mayores beneficios aprovechándose de ella.
Para combatir la crisis actual, particularmente los problemas de las mujeres trabajadoras, se hicieron las siguientes propuestas:
* Reducción de la jornada a 35 horas sin reducción salarial.
* Planes Públicos de Empleo específicos para mujeres.
* Inclusión de las empleadas del hogar en el Régimen General de la SS.
* Gestión desde lo público todo lo relacionado con la Ley de Dependencia
* Eliminación de las medidas de fomento de la contratación a tiempo parcial.
Por último, se explicó cómo los gobiernos progresistas han tenido un papel fundamental en el avance de los derechos de las mujeres. La Revolución Soviética, por ejemplo, ya a principios del siglo pasado instauró el divorcio y el aborto libre y gratuito para las mujeres.
Para finalizar el acto, se proyectó un vídeo sobre la realidad de precariedad de las mujeres trabajadoras.
Ana denunció que de cada 100 personas pobres en el mundo, 70 son mujeres, y defendió que el próximo 8 de Marzo reivindicaremos la abolición de las diferencias salariales varón/mujer y la igualdad real en el acceso al mundo del trabajo.
La manifestación e este año se centra la despenalización del aborto. Los comunistas defendemos que la maternidad ha de ser una opción consciente y en libertad de todas y cada una de las mujeres, que necesita de una política educativa dirigida a establecer una educación en salud reproductiva basada en la imprescindible autonomía sexual de las mujeres, y unos servicios sociales públicos que permitan compaginar la vida laboral con la maternidad.
Cañete intervino explicando la visión del Partido sobre la actual crisis capitalista y planteó las propuestas comunistas para que esta crisis no sirva a la patronal para continuar recortando aún más los derechos de la clase trabajadora.
Susana dio unas pinceladas de la realidad que sufren las mujeres a la hora de afrontar la actual crisis capitalista:
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Si ya existían puestos de trabajo de difícil ocupación para mujeres antes de la crisis, ahora el acceso de las mujeres a dichos puestos se verá aun más perjudicado.
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En Asturias, de los 78.558 parados registrados por el INEM, 33.000 son hombres y 37.000 son mujeres.
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La crisis afecta sobretodo, tras la construcción, al sector servicios y éste está completamente feminizado, lo cuál puede hacernos una idea de las consecuencias negativas que tendrá la crisis para las mujeres de este país.
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La mayoría de mujeres tienen un contrato temporal o a tiempo parcial. La contratación indefinida es casi una anécdota entre la mujer trabajadora. Esta realidad y nuestra legislación social dificultan en mucha medida que la mujer pueda acceder a una pensión retributiva digna tras su jubilación.
El carácter machista del capitalismo actual se observa en que sólo el 25% de los empresarios de este país son mujeres. Queda claro que la burguesía no está por la labor de romper con la discriminación de las mujeres, ya que puede obtener mayores beneficios aprovechándose de ella.
Para combatir la crisis actual, particularmente los problemas de las mujeres trabajadoras, se hicieron las siguientes propuestas:
* Reducción de la jornada a 35 horas sin reducción salarial.
* Planes Públicos de Empleo específicos para mujeres.
* Inclusión de las empleadas del hogar en el Régimen General de la SS.
* Gestión desde lo público todo lo relacionado con la Ley de Dependencia
* Eliminación de las medidas de fomento de la contratación a tiempo parcial.
Por último, se explicó cómo los gobiernos progresistas han tenido un papel fundamental en el avance de los derechos de las mujeres. La Revolución Soviética, por ejemplo, ya a principios del siglo pasado instauró el divorcio y el aborto libre y gratuito para las mujeres.
Para finalizar el acto, se proyectó un vídeo sobre la realidad de precariedad de las mujeres trabajadoras.
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