CCOO PV denuncia que la situación es “insostenible”, ya que la empresa carece de viabilidad y se está financiando con los salarios de los trabajadores.
La plantilla de Mármoles de Buñol, S.A., dedicada a la fabricación y venta de mármol está convocada a una huelga indefinida desde el pasado lunes 8 de junio. El motivo no es otro que la deuda salarial, que ya asciende a más de 210 días de salarios.
Según el sindicato “la nefasta gestión de la empresa ha propiciado que en los últimos meses más de dos tercios de la plantilla estén afectados por dos expedientes de suspensión temporal de empleo y uno de extinción, que han reducido la plantilla a 22 personas, cuando inicialmente en la empresa trabajaban 70.”
Los trabajadores de la empresa han señalado que “como los más perjudicados por la situación, no nos queda más remedio que presionar con la huelga a una empresa que evita pronunciarse sobre el dinero que nos debe”. El total de la deuda que la empresa tiene adquirida con sus empleados, en concepto de salarios, asciende aproximadamente a 230.000 euros.
La convocatoria de huelga responde al resultado infructuoso de las negociaciones realizadas entre los sindicatos y la empresa para llegar a un acuerdo sobre el abono de los salarios adeudados, y por la negativa de la Dirección a adoptar un plan de viabilidad y continuidad.
Comisiones Obreras, que lidera las protestas y demandas de los empleados, ha declarado que “se ha sobrepasado cualquier límite”. El sindicato ya denunció que la constante reducción de la plantilla constituía una seria amenaza para los intereses de los trabajadores. Con la suma del impago de los salarios por parte de la empresa a los que todavía siguen en plantilla, trabajadores y representantes sindicales han decidido que existen motivos más que fundados para convocar una huelga indefinida.
La empresa, que lleva 30 años dedicada a la fabricación y venta de mármol para suelos y fachadas en Buñol ha visto cómo la caída de las ventas, consecuencia de la crisis en el mercado inmobiliario, ha provocado una situación inadmisible. Ni con los inmuebles de la empresa, que son alquilados a los socios, ni con la maquinaria, tecnológicamente desfasada y carente de valor en el mercado, se podrá hacer frente a las deudas adquiridas por la empresa con sus empleados.
La plantilla de Mármoles de Buñol, S.A., dedicada a la fabricación y venta de mármol está convocada a una huelga indefinida desde el pasado lunes 8 de junio. El motivo no es otro que la deuda salarial, que ya asciende a más de 210 días de salarios.
Según el sindicato “la nefasta gestión de la empresa ha propiciado que en los últimos meses más de dos tercios de la plantilla estén afectados por dos expedientes de suspensión temporal de empleo y uno de extinción, que han reducido la plantilla a 22 personas, cuando inicialmente en la empresa trabajaban 70.”
Los trabajadores de la empresa han señalado que “como los más perjudicados por la situación, no nos queda más remedio que presionar con la huelga a una empresa que evita pronunciarse sobre el dinero que nos debe”. El total de la deuda que la empresa tiene adquirida con sus empleados, en concepto de salarios, asciende aproximadamente a 230.000 euros.
La convocatoria de huelga responde al resultado infructuoso de las negociaciones realizadas entre los sindicatos y la empresa para llegar a un acuerdo sobre el abono de los salarios adeudados, y por la negativa de la Dirección a adoptar un plan de viabilidad y continuidad.
Comisiones Obreras, que lidera las protestas y demandas de los empleados, ha declarado que “se ha sobrepasado cualquier límite”. El sindicato ya denunció que la constante reducción de la plantilla constituía una seria amenaza para los intereses de los trabajadores. Con la suma del impago de los salarios por parte de la empresa a los que todavía siguen en plantilla, trabajadores y representantes sindicales han decidido que existen motivos más que fundados para convocar una huelga indefinida.
La empresa, que lleva 30 años dedicada a la fabricación y venta de mármol para suelos y fachadas en Buñol ha visto cómo la caída de las ventas, consecuencia de la crisis en el mercado inmobiliario, ha provocado una situación inadmisible. Ni con los inmuebles de la empresa, que son alquilados a los socios, ni con la maquinaria, tecnológicamente desfasada y carente de valor en el mercado, se podrá hacer frente a las deudas adquiridas por la empresa con sus empleados.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario